Cuando comenzamos a a construir el blog de Cícero Publicidad, (en breve cumplirá un año), lo primero que tuvimos en cuenta fue generar buenos contenidos que mejorasen el posicionamiento web para «Agencias de publicidad en Huelva» ya que ni tan siquiera Cícero aparecía en la primera página, principalmente por tener una web basada en flash.
Para quienes no lo sepáis, el SEO o posicionamiento natural en buscadores (Search Engine Optimization) consiste en un conjunto de técnicas y el proceso de llevarlas a cabo, que permiten incrementar la visibilidad del contenido y aumentar el tráfico de un sitio web o una plataforma cualquiera (blog, sitio en Facebook,etc). Por lo tanto, de algún modo su principal función respecto al usuario es clara: ayudar a conseguir la visibilidad y captar leads.
El SEO define más un plan estratégico que una labor. Para ello es necesario analizar la utilización de títulos, textos, la repetición de determinadas palabras claves, enlaces entrantes, enlaces salientes, etc.
El SEO es una labor muy especializada que todo Community Manager debe entender como parte de su responsabilidad. En los Social Media su principal función se hace a través del blog, que habitualmente es el centro del contenido del proyecto.
El usuario social hace uso de Google para buscar contenidos, servicios o productos y lo busca en combinación con el nombre de marcas. Si hay más usuarios que van a buscar «Pantalones» en combinación con «Levy´s», la campaña de «Levy´s» mejora su posición cuando se lleva a cabo la búsqueda genérica de «Pantalones».
Para un Community Manager estudiar, por ejemplo, qué comportamiento tienen las visitas de unas determinadas palabras, frente a otras, les permite conocer mejor el perfil de los usuarios que han hecho esas búsquedas y saber si los contenidos que han encontrado responden a las expectativas con las que iniciaron la búsqueda.
Lo primero que hay que hacer cuando se piensa en un trabajo SEO es definir el mercado objetivo hacia el cual se está enfocando la campaña. Por esta razón es importante:
1. Definir el enfoque del negocio. No se puede abarcar todo.
2. Establecer objetivos. Qué quiere hacer el cliente y por qué.
3. Delimitar el alcance del proyecto. En este caso, no se trata de metas, sino del compromiso que se va a adquirir. Hay que tener en cuenta que el alcance del proyecto (compromiso) no es lo mismo que los objetivos (metas).
4. Estrategia. La estrategia es un conjunto de acciones que buscan un fin. Es fundamental saber qué se quiere comunicar y cómo se está haciendo. Si lo mejor es el marketing tradicional o marketing digital, estrategia puntual o globar… Sin duda, son muchas las cuestiones que hay que estudiar a la hora de poner en marcha una campaña de marketing.
5. Conocer al cliente. El perfil de usuarios y clientes es fundamental, aunque también lo es conocer a la competencia, así como su estrategia de posicionamiento en internet.
6. Estructura del blog. Es muy importante tener en cuenta aspectos como la navegabilidad (¿es fácil encontrar la información deseada? ¿refleja la imagen que se pretende mostrar?) y también la estructura de la URL (intentar que el dominio sea claro y sencillo) y metatags (deben incluir la información relevante y de referencia).
7. Definir las keywords. No sólo es cuestión de elegir palabras, sino también conceptos clave. Se trata de seleccionar las combinaciones de palabras que forman frases lo más parecidas a lo que los usuarios buscan a través de los buscadores. Sin duda, hay que ponerse en la piel del posible cliente.
8. Control del contenido. No sólo debemos pensar en los post que vamos a publicar, que también, sino en detalles como el título que se le ha dado al blog o «title», muy importante, en primer lugar porque es un buen gancho para que el usuario se interese por el contenido, digamos que es el eslogan de venta; en segundo, porque los buscadores lo consideran un metatag a la hora de jerarquizar la información y por último, porque quizás haya usuarios que accedan a través de sitios donde únicamente consta el título. Además del título, es importante incluir una corta y correcta definición del sitio.
9. Calidad vs Cantidad. Y más ahora con Google Panda… Calidad y cantidad no tienen por qué ser enemigos. El SEO se ha entendido casi siempre mal, es decir, como un plan que se dirige a la cantidad y no a la calidad. Pero, al fin y al cabo, el árbitro, el que va a marcar lo uno o lo otro, será el usuario. El SEO es una valiosa herramienta.
Responde a estímulos de los usuarios y en la medida en que su contenido sea valorado por ellos, alcanzará niveles de popularidad importantes. Será dicho usuario el que interactúe con el contenido y por tanto el que lo califique. Así es que, ¿por qué no? Cantidad y Calidad pueden ir de la mano si se ha establecido un correcto plan SEO.
¿Aplicas alguno de estos consejos?